viernes, 25 de abril de 2014

¿Qué es el método científico?

Evidentemente, el método científico es el método que utilizan los científicos para hacer descubrimientos científicos. Pero esta definición no parece muy útil. ¿Podemos dar más detalles?
Pues bien, cabría dar la siguiente versión ideal de dicho método:

  1. Detectar la existencia de un problema, como puede ser, por ejemplo, la cuestión de por qué los objetos se mueven como lo hacen, acelerando en ciertas condiciones y desacelerando en otras.
  2. Separa luego y desechar los aspectos no esenciales del problema. El olor de un objeto, por ejemplo, no juega ningún papel en su movimiento.
  3. Reunir todos los datos posibles que incidan en el problema. En los tiempos antiguos y medievales equivalía simplemente a la observación sagaz de la naturaleza, tal como existía. A principios de los tiempos modernos empezó a entreverse la posibilidad de ayudar a la naturaleza en ese sentido. Cabía planear deliberadamente una situación en la cual los objetos se comportaran de una manera determinada y suministrar datos relevantes para el problema. Uno podía, por ejemplo, hacer rodar una serie de esferas a lo largo de un plano inclinado, variando el tamaño de las esferas, la naturaleza de su superficie, la inclinación del plano, etcétera. Tales situaciones deliberadamente planeadas son experimentos, en el papel del experimento es tan capital para la ciencia moderna, que a veces se habla de "ciencia experimental" para distinguirla de la ciencia de los antiguos griegos.
  4. Reunidos todos los datos elabórese una una generalización provisional que los describa a todos ellos de la manera más simple posible: un enunciado breve o una relación matemática. Esto es una hipótesis.
  5. Con la hipótesis en la mano se puede predecir los resultados de experimentos que no se nos había ocurrido hasta entonces. Intentar hacerlos y mirar si la hipótesis es válida.
  6. Si los experimentos funcionan tal como se esperaba, la hipótesis sale reforzada y puede adquirir el status de una teoría o incluso una "ley natural".

Está claro que ninguna teoría ni ley natural tiene carácter definitivo. El proceso se repite una y otra vez. Continuamente se hacen y obtienen nuevos datos, nuevas observaciones, nuevos experimentos. Las viejas leyes naturales se ven superadas por otras más generales que explican todo cuanto explicaban las antiguas y un poco más.

Todo esto, como digo, es una versión ideal del método científico. En la práctica no es necesario que el científico pase por los distintos puntos como si fuese una serie de ejercicios caligráficos, y normalmente no lo hace.
Más que nada son factores como la intuición, la sagacidad y la suerte, a secas, los que juegan un papel. La historia de la ciencia está llena de casos en los que un científico da de pronto con una idea brillante basada en datos insuficientes y en poca o ninguna experimentación, llegando así a una verdad útil cuyo descubrimiento quizá hubiese requerido años mediante la aplicación directa y estricta del método científico.
F. A. Kekulé dio con la estructura del benceno mientras descanzaba un sueño en el autobús. Otto Loewi despertó en medio de la noche con la solución del problema de la conducción sináptica. Donald Glaser concibió la idea de la cámara de burbujas mientras miraba ociosamente un vaso de cerveza.
¿Quiere decir esto que a fin de cuentas todo es cuestión de suerte y no de cabeza? No, no y mil veces no. Esta clase de "suerte" sólo se da en los mejores cerebros; sólo en aquellos cuya "intuición" es la recompensa de una larga experiencia, una comprensión profunda y un pensamiento disciplinado. 

Fragmento del libro de Isaac Asimov: 100 preguntas sobre ciencia.

Las falacias.

Cuando nos encontramos con información de divulgación, debemos ser capaces de saber discriminar si acaso es correcta o es falsa. Algunos mensajes (por su estructura) incurren en lo que se denomina como falacias.
La Real Academia Española de la lengua, define falacia como: “Engaño, fraude o mentira con que se intenta dañar a alguien.” No siempre es necesaria la intención explícita de producir un daño directo, pero la finalidad es la misma cuando se presenta información falsa que puede repercutir negativamente en temas como salud, economía o leyes.
Una falacia se relaciona muy estrechamente con un sofisma y éste se define según la RAE como “razón o argumento aparente con que se quiere defender o persuadir lo que es falso.”
Para tratar de identificar los argumentos falsos que usan en artículos de divulgación o en otros textos, primero debemos reconocerlos. Los razonamientos falaces no siempre llevan a conclusión incorrecta, pero los llamamos falacias porque el procedimiento no es el correcto.
Recomiendo leer el escrito “Uso de Razón”, de Ricardo García Damborenea, de donde saqué gran parte de las falacias, también el libro “De las falacias: argumentación y comunicación” de Cristián Santibáñez Yáñez.
Algunas de las falacias más frecuentes son:
· Falacia del Accidente: considera una propiedad accidental como esencial. Generalizan a partir de los accidentes o hechos incidentales de las cosas. Por ejemplo: Los españoles bailan flamenco, entonces todos los españoles bailan flamenco.
· Afirmación Gratuita: se afirma algo sin dar razones. Ejemplo: La cultura americana es mas rica que la cultura asiática. La afirmación gratuita carece de premisas y se utiliza donde hay público que no solicita evidencias o que le interesa más la sugestión que las pruebas.
· Falacia de Ambigüedad: utiliza palabras en distintos sentidos o en otro significado, es un uso inexacto del lenguaje ya que tienen más de una interpretación. Ejemplo: “como los hombres y las mujeres no son iguales, entonces susderechos tampoco deben ser iguales”. Ahí se confunde el significado de igualdad, ya que puede ser igualdad biológica o igualdad legal.
· Falsa Analogía: se comparan 2 cosas distintas no relacionadas para hacer creer que sí, tomando en cuenta alguna semejanza no importante. Ejemplo: “Al igual que ocurrió con los japoneses en la Segunda Guerra Mundial,los norcoreanos son ahora una amenaza capaz de producir una nueva guerra mundial”.
· Falacia del Antecedente: en un argumento se niega el antecedente, y se afirma que no ocurrirá el desenlace. Ejemplo: “quien frecuenta los bares puede convertirse en alcohólico, y como no vas a los bares no serás alcohólico”. Otro ejemplo: “una vialidad mala hace que lleguen tarde las personas, como no hay mala vialidad las personas no llegarán tarde”. Esos argumentos no son correctos, porque el desenlace se puede presentar por otra causa.
· Argumentum “ad hominem”: este tipo de falacia, consiste en un ataque al hombre y no a los argumentos. Otra variante es la falacia del hombre o muñeco “de paja”: cuando en lugar de rebatir la información presentada, se dedica a inventar afirmaciones o intenciones que nunca se dijeron; o también a deformar la tesis presentada y así tratar de debilitar su posición con mentiras. Otra maniobra falsa se conoce como “envenenar el pozo” y consiste en desacreditar a la persona antes de que emita un argumento y tratar de hacerle ver como no calificado en emitir una opinión. Otro tipo de ataque es el indirecto, en el cual no se ataca a la persona, mas bien a las circunstancias, intereses y forman parte las falacias conspiracionistas. Un buen argumento se alejará de estas falacias, una persona congruente y racional evitará el ataque “ad hominem” porque aunque sea más fácil atacar que razonar, el atacante quedará expuesto como falto de pruebas y de razonamiento.
· Falacia de Falsa Autoridad: se utiliza el apoyo de citar una autoridad que no es competente en el área en discusión, no es imparcial o tergiversan la información. En ésta falacia se cumplen 2 criterios: falta de autoridad competente y la intención de engaño. Además que no soportan la carga de la prueba, ya que no se reúnen las evidencias reales de tal autoridad.
· Argumentum “ad baculum”: significa “al bastón” y significa que en lugar de argumentar con evidencia, intentan atemorizar y convencer por medio de la fuerza o amenazas. Entonces hacen uso del poder y carecen de argumentos válidos. Las amenazas en ocasiones van implícitas y no se expresan literalmente.
· Falacia de Falsa Causa: Se le conoce como “non causa pro causa” (tomar por causa lo que no es causa) y aquí se omite el factor causal ya sea por olvido o por desconocimiento. Ejemplo: “El coche se detuvo sin razón, porque tiene gasolina de sobra”. Bien pudo haber ocurrido alguna falla que haga que el coche se detenga además del combustible. También se incluyen la falacia “post hoc” cuando se asocia una relación causal y es coincidencia, cuando se confunde la causa con el efecto.
· Conclusión Desmesurada: Se concluye precipitadamente a través de datos incompletos o verdaderos pero no concluyentes.
· Falacia “ad consequentiam”: o de valoraciones irrelevantes pretende descalificar una tesis considerando consecuencias irrelevantes al tema en cuestión.
· Falacia de Pensamientos de deseo: considera las posibilidades favorables de un suceso, sin considerar las alternativas. Confunde deseos con realidad haciéndose ilusiones.
· Falacia de Eludir la Responsabilidad de la Prueba: significa que no se proporcionan razones o evidencias que fundamenten la conclusión o en pretender que los oponentes las aporten. “Probat qui dicit non qui negat” significa que está obligado a probar sus palabras el que acusa, no el que lo niega.
· Falacia de Elusión de la Cuestión: o “Ignoratio elenchi” consiste en probar una cosa distinta a la que se cuestiona.
· Falacia del Caso Especial: consiste en omisión de reglas apelando a excepciones infundadas e injustas. Pierde validez toda vez que no hay congruencia ni imparcialidad.
· Falacia de Generalización Precipitada: se generaliza a partir de casos no representativos o insuficientes.
· Falacia “ad ignorantiam”: es cuando se basa en la incapacidad de responder por parte de la tesis del adversario. Quien la propone cree que su afirmación es aceptable aún sin documentarla favorablemente debido a que nadie puede refutarla. En este caso en lugar de mostrar evidencias se basa en la incapacidad de probar lo contrario.
· Falacia Patética: busca la emoción (pathos) y no la razón.
· Falacia de Pendiente Resbaladiza: enumera una sucesión de eventos hipotéticos improbables, no fundados, remotos, muy desagradables y con desenlace trágico.
· Petición de Principio: utiliza su primer argumento para demostrar con eso mismo lo que no está documentado, afirmando lo que se debe demostrar y se puede caer en el círculo vicioso. Ejemplo: “Llega tarde, porque trae retraso. ¿Por qué trae retraso? porque no ha llegado a su hora.”
· Pista Falsa: ocasiona el desvío de la atención del oyente hacia una asunto irrelevante de la discusión. Ejemplo: ¿De dónde vienes? Manzanas traigo. En ésta falacia los cambios son ligeros y deben ligeramente relacionados, de lo contrario sería evidente el desvío de atención, por ejemplo: ¿No va a votar usted en contra del aborto? ¿Es que no le importan los niños que morirán sin ver la luz, sin que se respete, como se le respetó a usted, el derecho a vivir, a estar aquí?.
· Argumento “ad populum”: apelan a la mayoría, a la difusión popular como si lo que piensen muchos fuere siempre correcto. La verdad o falsedad de un argumento es independiente de la cantidad de las personas que creen en eso. Ejemplo: "Y no es que lo diga yo: lo dice todo el mundo”, o también: “"La mayoría de las personas piensa lo mismo que yo”.
· Preguntas múltiples: Se trata de confundir al oponente con múltiples preguntas en una misma pregunta. Así el oponente no podrá especificar su respuesta y se le podría tomar como falso su argumento.
· Pregunta engañosa: algunas ocasiones hacen preguntas con argumentos falsos, por ejemplo: “¿Ha dejado usted de golpear a su marido?” podría obtener como respuesta un “sí” que da por entendido que golpeaba anteriormente y en caso de obtener un “no” implica que continúa golpeando al marido; se considera falacia cuando utiliza una presunción falsa, ya que afirma algo que da por entendido y es falso. Cuando es evidente que sí golpeaba al marido entonces no es falacia.
· Argumento “ad Verecundiam”: apelan a la reverencia o a una autoridad, que normalmente sería difícil discutirle. Por ejemplo: “El Papa, el propio Padre Santo ha bendecido hoy al Sr. Corleone. ¿Es usted más listo que el Papa? (De la película El Padrino III).” Como se ve, no ofrece razones mas bien temores y respetos por el adversario.
Si conocen más, pueden comentarlas.